La luz, entenderla o morir. La mejor aliada de los fotógrafos y la pesadilla de los neófitos. Desde radarfotografico.com queremos ayudarte y ser tu guía para que comprendas a la perfección el elemento indispensable para que exista la fotografía.
En los diferentes cursos de iluminación podrás aprender los principales esquemas de iluminación y conseguir ser nosotros los que dominemos la luz, y no al revés.
Uno a de las áreas que se tratan en los cursos de iluminación son los principales esquemas que se pueden crear para aprender a hacer altas y bajas claves, comprender la luz dura y suave, etc. Para que entiendas de lo que estamos hablando, hoy te traemos el esquema básico de iluminación de esta disciplina (la ventana difusora a 45°), al que añadiremos distintos elementos para ir mejorando poco a poco la luz de la escena:
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Esquema básico: ventana a 45°
Por lo general, en Fotografía de Moda la luz principal suele llevar un difusor. ¿Por qué? Porque es una luz más suave que embellece el rostro del modelo, ya que tiene menos sombras.
Podemos situar la ventana en distintas posiciones: frontal (aplana el rostro), a 45° o lateral (una mitad del rostro está iluminada y la otra, en sombra), en función del efecto que persigamos.
Esquema 2: ventana, luz para el fondo y reflector
Añadimos más elementos para conseguir una luz más pulida. ¿Lo más básico? Situar un reflector plateado cerca del modelo (por ejemplo, a 45° en el lado contrario a la ventana) para eliminar las sombras del rostro y una fuente de luz para eliminar la sombra que el modelo proyecta en el fondo.
Esquema 3: ventana, luz para el pelo, reflector y luz para el fondo
Al esquema anterior añadimos una luz con difusor (podemos meterle alguna gelatina de color para conseguir que la luz tenga un color determinado) para que el pelo brille.
Esquema 4: ventana, luz para el pelo, reflector y dos luces de fondo
Con una sola luz conseguimos iluminar el fondo y eliminar la sombra del modelo (o conseguir un fondo de color distinto si le colocamos una gelatina de color), pero ¿qué ocurre cuando el fondo es blanco? Si habéis probado alguna vez, veréis que en nuestras fotografías el blanco del fondo no es tan blanco, sino una especie de gris suave. Para solucionarlo debemos colocar al menos dos focos (enfrentados, uno a la derecha y otro a la izquierda) en dirección al fondo.
Esta operación es algo más complicada, ya que deben estar perfectamente situados: a la misma potencia y altura y estar en sintonía con la luz principal. Lo ideal es que utilicemos un fotómetro e intentar medir en distintos puntos del fondo.